domingo, 9 de noviembre de 2014

Editorial


EDITORIAL 
 
La senda hacia la verdadera aplicación de la justicia material, parte de la formación de un profesional con valores y principios, con un conocimiento que le permita ser útil a la sociedad de la cual proviene. Es preciso, abandonar la tesis individualista de una formación académica elevada, ajena a una práctica profesional poco fortalecida por principios éticos. El nuevo profesional debe buscar su desarrollo en la ayuda a sus semejantes, asumiendo experiencia en su acción solidaria, y abandonando el esquema pernicioso del “tener” como fin específico del aprender, y de la práctica profesional. En el ayer deben quedar aquellos esquemas que socaban la imagen del Abogado.

Héctor Castillo

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