lunes, 30 de septiembre de 2019

Los mártires de 1920

LOS MÁRTIRES DE 1920

Transcurría el año 1920. El General Juan Vicente Gómez, gobernaba con mano férrea el país desde 1908, cuando se animó a  traicionar a su compadre, tomando el poder cuando Cipriano Castro salió del país en busca de tratamiento médico. 

En San Cristobal gobernaba su hermano Eustoquio Gómez, a quien por allí algún historiador llama "progresista". En mi opinión dudo que eso haya sido este vil personaje de la región, porque a pesar de las obras, no se puede negar el oprobio y la gran cantidad de víctimas que se endilgó para mantener la supuesta paz y progreso en la zona. Unión en las cárceles, paz en los cementerios y trabajo en las carreteras y obras, pero como esclavos modernos. 

En esos tiempos, todavía habia quienes luchaban por imponer a la fuerza sus convicciones, era común la leva, el alzamiento y la invasión, como mecanismos violentos para luchar contra los gobiernos de turno. Esa era la corriente que imperaba en las luchas internas de los caudillos, que luego fueron sometidos por la misma barbarie en la batalla de ciudad Bolívar, cuando Gómez logró la ansiada pacificación. 

Otro General tachirense, surgido de la montonera, antiguo Gobernador de la Sección Táchira del Gran Estado de los Andes, insistía en hacer levas y alzarse en la región: el impertérrito Juan Pablo Peñaloza (1863-1932), quien años más tarde fue derrotado y apresado, falleciendo en 1932 en el Castillo de Puerto Cabello.

En 1920, para mantener su perfil, ieste General nvadió nuevamente al Táchira, y aprovechando que Eustoquio Gómez se encontraba en Ureña, un grupo de hombres armados, liderados por un ciudadano de nombre Roberto Fossi, atacan la casa de Evaristo Gómez, sobrino de Eustoquio, y Recaudador de Impuestos, quien resulta herido en la agresión, que finalmente es derrotada. En el grupo de atacantes, alzados em armas, se dice que venían los ciudadanos Francisco Gómez carpintero de oficio, y Gabriel Chacón, alpargatero. 

Se afirma que al frente del grupo de 38 hombres insurrectos, estaba el Coronel Pedro Cuberos, quien vivía entre las Pilas y Pueblo Nievo. Los historiadores coinciden que se atacó también el Batallón Sucre.

Luego de la fallida insurrección, las tropas de Eustoquio Gómez, al mando de los Coroneles Eloy Montenegro y Simón Gómez, comienzan a desenvolverse en lo que mejor saben, sembrar el terror a través de la desmedida violencia en contra de la población, que inocente pernoctaba en sus casas, sobre todo en la zona de las fincas de Pueblo Nuevo. 

Debiendo aclararse, que esas zonas eran rurales, no tenían el desarrollo urbano ni los asentamientos humanos de hoy en día.

Igual destino tuvo la población de Pregonero, por cuanto los Coroneles Aurelio Amaya e Isaias Silva, con sus tropas leales al gobierno, invadieron la zona, desplazando a la población, que huyó ante la violencia ejercida por las tropas leales al régimen.

Luego de la fallida intentona, Francisco Gómez, de origen colombiano, es capturado en Providencia, y asimismo, Gabriel Chacón, es detenido cerca de la casa atacada por ellos, en las cercanías entre la calle 11, con carrera 11. Ambos son llevados a las afueras de la ciudad, en el camino de los Pomarrosos, en zona de la Hacienda Los Pirineos, en donde los cuelgam con garfios y luego los fusilan. Era el 30 de septiembre de 1920. Surgía la historia de los Ahorcados y de su capilla, quienes en verdad fueron mártires conocidos de la acción contra la tiranía de Gómez, siendo muchas las víctimas desconocidas, cuyos nombres se ha llevado el olvido.